El sistema educativo de Escocia es independiente al del resto del Reino Unido. Las escuelas son administradas por el Departamento de Educación de Escocia y por las autoridades educativas locales. El Parlamento escocés es el responsable de aprobar la legislación relacionada con la educación.
Las escuelas primarias y secundarias de educación para los niños son obligatorias hasta los 16 años de edad.
Hay un número limitado de escuelas privadas, pero menos del 5 por ciento de los niños asisten a los colegios escoceses. Las escuelas públicas en Escocia son parroquiales, ya sean protestantes o católicas.
Los niños con condiciones tales como ceguera, sordera, retraso mental u otras discapacidades pueden recibir una atención especial en las escuelas ordinarias o de asistir a una de las escuelas especializadas para esos niños.